NUESTRA EXPERIENCIA DE VIAJAR CON UN BEBE EN CASA RONDANTE:
Cuando nos enteramos que íbamos a ser papás pensamos que no podríamos continuar con nuestro hobby de viajar por todos lados en casa rodante.
Luego de deliberar durante algunos meses, decidimos que si se podía y casi en simultáneo llegaron Lucía y la nueva casa rodante… paso a contarles nuestra experiencia:
Desde el año 2002 viajamos por todo el país, y algún país limítrofe, en casa rodante.
Pasamos por casas rodantes de arrastre y motorhome, en total…. 7 (siete).
En el verano del 2010 recorrimos toda la costa de Uruguay con un motorhome carrozado por la firma Royal Home.
Y ese verano… quedé embarazada.
Cuando nos enteramos de la noticia, nos preguntamos como serían nuestros viajes a partir de la llegada de nuestra beba; si podríamos viajar con ella, exponerla a recorridos extensos, lugares agrestes y climas a veces crudos.
A mis pocos meses de embarazo, vendimos aquel motorhome, y a partir de ahí comenzamos a debatir… que si, que no…. Compramos otro motorhome? Se puede hacer esta vida con un bebé? Debemos acostumbrar a nuestro bebé a nuestros hábitos?
Y finalmente, con la llegada de nuestra hija, llegó el nuevo motorhome.
A los 15 días de Lucía fuimos a ver a su Médica Pediatra, y la primer pregunta de mi marido fue: –en forma bastante desesperada, ya que desde las vacaciones de verano no habíamos viajado a ningún lugar, cuando acostumbrábamos salir todos los meses, aunque sea por tres días- cuando podemos viajar con ella?
La respuesta de la doctora fue que esperáramos a su primer mes de vida, atento que era conveniente, ante alguna emergencia estar en la Ciudad donde vivimos (los que tienen niños sabrán que si durante el primer mes un bebé hace un pico febril es motivo de internación, y estar lejos de casa en una situación así no es agradable).
Nos pudo mas las ganas y no esperamos a sus 30 días. En su día 28 salimos rumbo a las Termas de Villa Elisa, en la Provincia de Entre Ríos.
Allí pasamos unos días maravillosos, a pleno sol, y una temperatura primaveral.
A partir de aquel viaje, no paramos. Vamos con ella a donde sea, pero obviamente tratamos de respetar su rutina, es decir, sus horarios de comida, de siesta, y demás.
Si estamos en ruta y llegó la hora de almorzar buscamos un buen lugar para detenernos y todos a comer!!!
Además, es importante tener en cuenta cuando uno sale con un bebé a la ruta, que viaje en un asiento adecuado por cualquier contingencia. Siempre va atadita a su silla, por mas fastidio que le causa, por su seguridad.
Con ella hemos viajado por el sur y el norte de nuestro país, hemos hecho miles de kilómetros y hemos estado en lugares donde no contábamos con muchos servicios, por lo cual, yo aconsejo que si viajan con niños es elemental intentar tener la casa rodante bien equipada.
Las principales cosas que para mi no deben faltar son: agua caliente para bañarla, estufa para calefaccionar el ambiente en los días de fríos y energía para tener el BENDITO TELEVISOR funcionando, aunque sea en su modo de DVD –las películas animadas o los DVD de sus cantantes favoritos, son una salvación cuando estamos haciendo trayectos largos, o cuando nos detenemos en lugares donde no hay mucho que hacer o las circunstancias climáticas no permite estar afuera, o por lo que sea! La tele siempre nos salva!!!! Y ella esta feliz y entretenida-.
Obviamente que salir con una criatura no es lo mismo que salir solos…. Hay que hacer una lista interminable de cosas para llevar: leche, pañales, ropa adecuada, ropa para el caso que haga frío, ropa para el caso que haga calor, ropa por si se ensucia, ropa que siempre termina siendo de más….-, remedios, juguetes, DVDs, etc.
Siempre, antes de emprender un viaje largo o a otro país, realizamos una consulta con su Pediatra. Ella nos indica si es necesario vacunarla contra alguna enfermedad determinada, o que cuidados debemos tener.
En uno de nuestros viajes al norte del país, mas precisamente en Tilcara tuvimos una experiencia complicada…. Lucía se cayó de la cama y se hizo un corte en el labio superior y una contusión importante en su mejilla. El camping donde estábamos alojados se encontraba a unas ocho cuadras del Hospital del pueblo, y en cuanto ocurrió el accidente salimos corriendo hacia allí. Fueron las ocho cuadras mas largas que recorrí en mi vida…. Una vez en el Hospital, la médica de guardia, luego de realizarle una limpieza de la herida, nos manifestó que no podían seguir con el proceso de atención allí, ya que debían hacerle una placa –y en el hospital no había aparato para realizar radiografías- y debían coserla –y tampoco tenían el hilo adecuado-…
Atento a ello, pondría a nuestra disposición la ambulancia del Hospital y nos trasladarían al Hospital de Niños de San Salvador de Jujuy, que se encuentra a unos 100km de donde estábamos.
En ese momento, yo no entendía lo que la mujer me decía, no comprendía porque ella no podía atenderla, estaba totalmente mareada y confundida por la situación -y por la altura también, creo, ya que en la ambulancia terminé con una máscara de oxígeno-.
Yo iba en la ambulancia con Lucía y un enfermero, y me marido, detrás nuestro con el motorhome…. Una situación “de película”.
Una vez en el Hospital de Niños, le realizaron las placas y la cosieron con dos puntitos, que, al día de hoy, son casi imperceptibles.
Este acontecimiento, me hizo ver que a veces ante circunstancias tan inesperadas los seres humanos reaccionamos de forma irracional:
Era pleno invierno y casi me voy del camping sin un abrigo.
Estaba pendiente de que la nena no había tomado su mamadera…. Y díganme uds: que mamadera va a querer tomar un bebé que recibió tal golpazo???!!!
Odie a la Médica de Guardia de Tilcara porque me enviaba a la Capital de Jujuy, cuando fue lo más acertado que podía hacer.
Y mi marido salió a toda velocidad detrás de la ambulancia en el motorhome, poniéndose en riesgo también él.
En conclusión, cuando uno tiene niños es conciente de que pueden ocurrir accidentes. Todos lo sabemos, por lo cual, yo aconsejo, después de esta experiencia, tratar de tomar las cosas con calma, meditar un segundo que está por hacer, contar con un kit de emergencia para poder realizar las primeras curaciones o limpieza de la herida, y no llegar desesperados al Hospital.
Aquí termina este relato, que es sólo una parte muy chiquita de la vida de dos amantes de los viajes en casa rodante que sumaron a su niña, que aún no tiene capacidad para elegir, y obviamente, nos aprovechamos de ello….
Hasta siempre.